El Tratado de Fez, firmado el 30 de marzo de 1912, convirtió a Marruecos en un protectorado de Francia. Por el mismo tratado, a partir del 27 de noviembre del mismo año, los territorios del norte, en torno a las ciudades de Ceuta y Melilla, y del sur, fronterizos con el Sáhara Español, se convirtieron en el Protectorado español de Marruecos. Francia y España controlan la Hacienda, el ejército y la política exterior de Marruecos en sus respectivos protectorados. En teoría éstos no suponen ocupación colonial, están regulados por tratados y Marruecos es un Estado autónomo protegido por Francia y España pero bajo soberanía del sultán. En la práctica Marruecos se convirtió en colonia de Francia y España, especialmente desde 1930.
Una parte de la población marroquí se opuso a la ocupación colonial europea. Los franceses tuvieron que luchar en la zona de Marrakech entre 1912 y 1919. Los rifeños se rebelaron contra el Protectorado español de Marruecos y proclamaron la República del Rif, ocupando la parte norte del actual Marruecos entre 1921 y 1927, lo que vendría a ser el antiguo Reino de Nekor. Esta república no reconocía al sultán de Marruecos y declaraba su total independencia. La Coalición franco-española logró derrocar a la República del Rif durante el Desembarco de Alhucemas y el uso de armas químicas contra la población en el transcurso de la Guerra del Rif.
En el protectorado francés se produjo una llegada masiva de colonos franceses, los cuales cultivaron las mejores tierras. Los colonos adquirieron esas tierras de varias maneras: apropiándose de las tierras comunales y obligando a los campesinos minifundistas marroquíes a venderles sus tierras. Por otro lado el gobierno francés construyó carreteras, puertos, ferrocarriles, redes de telefonía, navegación aérea. También se explotaron minas de hierro, cobre, manganeso, plomo, zinc y, sobre todo, los fosfatos de Khouribga y Yusufía. La colonización francesa provocó la ruina de la artesanía autóctona, desplazamientos bruscos y abusivos de población activa y se preocupó poco o nada en invertir en vivienda y educación.